Pero también queremos que Clif siga existiendo para que las próximas generaciones tengan un lugar donde contribuir, aprender y crecer mientras viven la vida que desean vivir. A diario, Clif se mantiene viva gracias a seres humanos apasionados, inteligentes, creativos y responsables, y nuestra tarea es inspirarlos para dar lo mejor. Es por eso que incentivamos a nuestra gente a incorporar sus pasiones al trabajo en lugar de dejarlas en la puerta de entrada.
Para ayudar a que todos puedan hacerlo, ofrecemos horas de voluntariado y entrenamiento pagado (¡con nuestros brillantes entrenadores!).
